Design Thinking para Construcción.
Fase I Empatizar con lo real.
Por medio del Design Thinking y sus herramientas las empresas pueden darle sentido a una nueva estrategia para analizar información e innovar.
La época actual nos obliga a un constante cambio, todo pasa rápido desde cualquier punto de vista, debemos entender lo que estamos viviendo para innovar y Desing Thinking empatizar con lo real. En arquitectura la innovación puede venir desde una nueva forma de construir, aplicación de un nuevo material, o una nueva conexión de usos dentro de un espacio.
Para innovar en arquitectura hay que estar atento y vinculado a lo que ocurre en la sociedad.
Te puede interesar:
Recordemos que es Design Thinking:
Es una metodología orientada a la generación de soluciones a partir de un reto. Se divide en cinco fases: Empatía, Definición, Ideación, Prototipado y Validación. El tránsito por estas cinco fases no es lineal porque al final es un proceso iterativo, en donde el resultado de una de las fases puede obligarte a retroceder para mejorar.
En este artículo vamos a centrar la atención en la primera fase “Empatía” la cual es donde nos sentamos a empezar a deshojar cada una de las capas que implica el nuevo reto que se nos presenta. Es el inicio de todo, y para ello vamos a generar un mapa mental a partir de 7 puntos que encierran el comportamiento actual de la sociedad.
Entendamos primero lo que significa Empatía, según el diccionario se describe como un sentimiento de identificación con algo o alguien, o la capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos.
Pero dentro de la metodología de Design Thinking en Construcción va más allá, y es la definición de lo requerido por el cliente, entender cuál es el problema o la necesidad a resolver.
Esta primera fase es la más importante, porque parte de sintetizar el problema a resolver, si no tenemos claro el problema tampoco lo estará la solución. Es por ello que debemos entender el entorno primero.
Para tener la necesidad clara vamos a hacernos un grupo de preguntas o plantearnos incógnitas con sus posibles respuestas de manera muy superficial al principio, debemos incluir cualquier idea, así parezca inverosímil o incompatible. Estas preguntas van a girar en torno a 7 temas de actualidad enfocados en cómo la actividad de construir puede cubrir, innovar o simplemente satisfacer a la sociedad.
Estos temas tienen que ir en concordancia con lo que vive actualmente la sociedad, debemos buscar en lo que está transformando la sociedad, hacia dónde está avanzando. Es por ello que vamos a partir desde la teoría de la modernidad líquida expuesta por Zygmunt Bauman.
Aquí estamos uniendo dos campos, el de la arquitectura y la construcción con la filosofía. Todos los movimientos generados por el hombre en construcción tienen un basamento filosófico, es por ello que el innovar en nuestro sector viene dado por conocer la respuesta constructiva a lo que vive la sociedad.
Para Bauman estamos en una época de constante cambio, es por ello que la nombra la “Modernidad Líquida”.
¿Qué es la modernidad líquida y su relación con Design Thinking?
Bauman utiliza la metáfora de la liquidez para describir la naturaleza cambiante, flexible y efímera de la sociedad contemporánea. En la modernidad líquida nada permanece en un estado fijo por mucho tiempo. Las relaciones, las instituciones, las identidades y las normas sociales están en un estado de constante flujo. Esta liquidez implica que las personas deben adaptarse continuamente a nuevas situaciones, lo que genera una situación de incertidumbre y ansiedad.
Bajo esta premisa quiero que fundemos el camino para realizar el planteamiento del problema a solucionar, todo desde una perspectiva arquitectónica. Trazando una estrategia a tomar que conlleve hacia una serie de preguntas o inquietudes a solucionar con el planteamiento del cliente.
Número 01: Desintegración de las estructuras sólidas.
Debemos repensar las tipologías actuales, si el ser humano está cambiando, el espacio que habita también. Debemos elaborar nuevas descripciones para los usos, replantear cómo deben ser ahora los espacios y sus interconexiones.
El mundo actual es flexible y efímero, por lo tanto el espacio que debemos diseñar no puede regirse a una tipología como la hemos construido.
Número 02: Fragilidad de las relaciones humanas.
La arquitectura es a la final el vehículo para el intercambio humano y muy próximamente con los robots con inteligencia artificial. Las relaciones humanas y laborales están en esta época en constante flujo y cambios. Podemos hablar más de “conexiones” en lugar de “relaciones”.
Qué espacios hacen las conexiones ahora, cómo podemos lograr incorporarlos, debemos reforzarlos o suavizarlos. La digitalización ha permitido que las relaciones humanas sean rápidas y superficiales, más que sólidas y duraderas. Cuál sería el conjunto de espacios que funciona para reflejar todo esto.
Número 03: Precariedad laboral y flexibilidad.
La tecnología ha cambiado la forma en que las personas viven, y no solo por las comodidades, sino en cómo trabajan, ya sea desde la casa, o desde una oficina temporal, esta época está marcada por la flexibilidad y el cambio constante de trabajos. Lo que concluye en ocupaciones que se pueden desarrollar desde la casa o trabajos enfocados en servicios que anteriormente no existían.
Reflexionemos cuál es la mejor forma de concebir el lugar de trabajo en la actualidad, e incorporémoslo a la ciudad.
Número 04: Consumismo e identidad.
Esta necesidad de constante adaptación de las personas puede llevar a la erosión de las identidades tradicionales, ya que los individuos deben reinventarse constantemente para mantenerse al día con los cambios. También sucede con los objetos, ya que las personas buscan identificarse con una moda o elemento que lo incluya en un grupo para lograr su identificación.
Las personas ya no adquieren bienes y servicios para satisfacer necesidades duraderas, sino para obtener una gratificación instantánea que pronto se desvanece, generando la necesidad de consumir más. Este ciclo perpetuo de consumo contribuye a la sensación de insatisfacción constante.
Ya vemos edificios construidos con marcas de vehículos, u hoteles con identidades de diseñadores de moda. Las personas tienen que construir y reconstruir su identidad de manera continua, lo que puede llevar a una crisis de identidad. Esta fluidez identitaria se manifiesta en la forma en que las personas se presentan en diferentes contextos, adoptando múltiples facetas y roles según sea necesario.
La fluidez de la modernidad líquida obliga a las personas a adaptarse constantemente, lo que puede dificultar la construcción de una identidad coherente. La identidad se convierte en algo que debe ser continuamente negociado y adaptado, lo que puede llevar a una crisis de identidad.
Número 05: La inseguridad y el miedo.
Nada permanece en un estado fijo por mucho tiempo. Las relaciones, las instituciones, las identidades y las normas sociales están en un estado de constante flujo. Esta liquidez implica que las personas deben adaptarse continuamente a nuevas situaciones, lo que genera una situación de incertidumbre y ansiedad.
Una de las características más notables es la falta de seguridad. Las personas ya no pueden depender de las instituciones tradicionales para proporcionarles un sentido de estabilidad. El empleo por ejemplo ha pasado de ser un compromiso a largo plazo a una serie de trabajos temporales o freelance. Esto genera una sensación de precariedad que afecta todos los aspectos de la vida.
Que puede reflejar la arquitectura en una construcción que resalte o minimice esta condición moderna. Cuál es el contexto en el cual se está erigiendo el inmueble y como es su relación con el entorno.
Número 06: Debilitamiento de las instituciones.
Cual es el papel de la arquitectura actual, pensemos como el ser humano reconoce la ciudad, realmente es consciente de cómo influye su entorno, o es ajeno a ello. El conocimiento está más a la mano y el ciudadano interactúa más directamente hacia su objetivo y no a través de la institucionalidad.
Qué aporte tiene la arquitectura con el pensamiento directo de un grupo de habitantes de como poder resolver una situación sin la interacción de la institucionalidad.
Número 07: La individualización.
La individualidad se refiere a cómo las personas en la sociedad contemporánea experimentan una sensación de fluidez y fragilidad en sus identidades y relaciones. Las identidades se vuelven más flexibles y cambiantes, y las relaciones se vuelven más efímeras y desechables.
Debido a la tecnología y el consumismo, las personas se ven presionadas a adaptarse constantemente a los cambios y a buscar nuevas formas de satisfacción y realización personal.
Esto puede generar tanto oportunidades como desafíos. Por un lado, permite a las personas explorar diferentes identidades y opciones de vida. Por otro lado, las personas se sienten constantemente presionadas a reinventarse y a mantenerse relevantes en un mundo en constante cambio.
Es acaso la arquitectura ahora parte de ello, con la creación de estratos bajo marcas que identifican construcciones con modos de vida, es ahora el habitar ser reconocido diferente en la sociedad.
Vamos a poner un ejemplo donde se aplican estos 7 puntos como visiones para repensar la arquitectura y el hecho construible.
Queremos desarrollar un edificio de viviendas, como vamos a innovar para lograr una comercialización exitosa. Veamos qué nos aporta cada punto a nuestra idea:
- Número 01: Desintegración de las estructuras sólidas.
Las actuales parejas ya no buscan tener hijos a una edad temprana, más bien tienen mascotas. Podemos decir que la familia como la pensamos ya no tiene una representación importante en la sociedad actual.
- Número 02: Fragilidad de las relaciones humanas.
Las reuniones sociales se dan más en sitios públicos que en espacios privados, podemos decir que las invitaciones a casa son cada vez con menos personas, lo que conlleva a requerir espacios públicos más generosos y con cierta intimidad.
- Número 03: Precariedad laboral y flexibilidad.
Las parejas tienen empleos que pueden ser ejecutados en cualquier lado, gracias a la tecnología. La globalización permite viajes más económicos, por lo que viajan con regularidad.
- Número 04: Consumismo e identidad.
Cual es la marca que se identifica más con nuestro público objetivo, no importa de que rubro, puede ser una marca de zapatos para runners por ejemplo.
- Número 05: La inseguridad y el miedo.
Debe nuestra construcción tener una estética sólida, que genere pertenencia, que va a reflejar en su lenguaje arquitectónico.
- Número 06: Debilitamiento de las instituciones.
Deseamos comunicar que nuestro inmueble tiene un concepto relevante como que se encarga directamente de mejorar el ambiente por la utilización de mayor cantidad de vegetación, queremos expresar que nos importa el ambiente y que nos vamos a encargar de manera privada de aportar soluciones que las instituciones no fomentan.
- Número 07: La individualización.
Tenemos un público objetivo con características destacadas.
Design thinking, empatizar para innovar
Si empezamos a realizar tormentas de ideas en torno a cada uno de estos puntos, vamos a lograr tener un planteamiento de partida muy adelantado y muy seguro para trabajar. Se desarrollará una arquitectura que tenga contenido, que sepa leer la sociedad actual.
La metodología de Design Thinking en su primera fase de buscar la empatía, es sin duda una forma de empezar a labrar el éxito del proyecto.
Arquitecto, con Maestría en Gerencia de Proyectos, Empresas Constructoras e Inmobiliarias. Scrum Master. Profesional activo del Sector AEC especializado en Construcción de Centros Comerciales y Hoteles, experiencia por más de 650.000 m2 (7 millones sf) proyectados y construidos.